Ante las últimas noticias aparecidas, en las
que se informa del acuerdo entre el PSOE y Ciudadanos para la supresión de las
Diputaciones, si llegasen al Gobierno, desde la Sección Sindical de Comisiones deseamos
realizar las siguientes consideraciones.
La
primera propuesta para la supresión de las diputaciones fue realizada por
Alfredo Pérez Rubalcaba en su programa electoral de 2011. Situaba
el ahorro total que esta medida produciría en unos 1000 millones de euros
anuales, una sexta parte del presupuesto global de las diputaciones que se eleva
a 6000 millones. Esa cifra era consecuencia directa de la eliminación de su
estructura política, ya que la prestación de servicios deberá mantenerse.
La supresión de las diputaciones, así
como cualquier otra medida que comprometa la estructura del estado u otros
preceptos protegidos constitucionalmente, precisa de una mayoría cualificada en ambas cámaras.
El
acuerdo entre dos partidos políticos que sólo suman 130 escaños en el Congreso, con mayoría absoluta en el Senado por parte del Partido Popular que defiende la
permanencia de las diputaciones, no parece tener más recorrido que el que
permite a los firmantes escenificar su voluntad ante la opinión
pública y preparar el terreno mediático para unas más que previsibles
elecciones adelantadas.
En cualquier caso, la Sección Sindical
de Comisiones Obreras rechaza la actitud de los partidos que utilizan las
Diputaciones como moneda de cambio para sus particulares intereses políticos y
electorales, y se sumará a cuantas acciones se promuevan para defender el papel
de las Diputaciones y la prestación de servicios que realiza a la ciudadanía.
Con
este análisis, en el que pretendemos ajustar la alarma creada a la realidad
política e institucional que vivimos, no deseamos en ningún modo desmovilizar a
los trabajadores, sino más al contrario, centrar su capacidad de movilización
en lo que les resulta accesible e inminente: un Convenio que está consumiendo los plazos de su prorroga y una
Negociación que se encuentra paralizada.
Recordar,
finalmente, que hace cuatro años
también vivimos una situación parecida, los plazos de la negociación
fueron corriendo a pesar de los reiterados llamamientos y convocatorias que realizamos
desde Comisiones.
Y el resultado
es por todos conocidos, una negociación en la que toda la fuerza de
presión estaba en manos de la Diputación, ya que finalizaban las prórrogas del
convenio; y un acuerdo en el que se
daba carta de naturaleza al mayor recorte de salarios y derechos jamás vivido o
imaginado por los trabajadores.
Ahora
la Diputación solo pretende repetir
la jugada, ganar de nuevo tiempo, abocarnos por segunda vez a una
negociación bajo presión, colocarnos en situación de pérdida y evitar así la
fuerza que a los trabajadores nos da la unidad de acción y el tiempo de
negociación.
La solución es
muy evidente: la claridad y la determinación de todas las formaciones
sindicales, su unidad de acción y el ejercicio de la fuerza de movilización que
tienen los trabajadores cuando están unidos. Se trata de no repetir una negociación que tan malos resultados
produjo para los trabajadores y tan buenos para la empresa.
Aún estamos a tiempo...
Siempre que no dejemos pasar el tiempo…
Siempre que no dejemos pasar el tiempo…
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